viernes, 6 de marzo de 2009

Análisis de Watchmen, o si Goethe hubiese escrito Comics

Hoy se estre{n/ll}ará en el cine uno de esos comics que marcaron: Watchmen.
Es del genial en los comics y extravagante en su vida Alan Moore (un poco más abajo, en la imagen) y Dave Gibbons como dibujante.
De este comic se suele decir dos cosas:
1) Que la revista Time's Magazine lo incluyo en su lista de "100 novelas que hay que leer", siendo el único cómic que constaba en ella.
2) Que marcó la década de los 80 del cómic.
¿Por qué? Por que va a ser un clásico de la literatura. Este comic se estudiará en filología inglesa en décadas o siglos. Alan Moore es el Goethe de los cómics: cambió, y aun lo hace, del arte de su tiempo.
¿Cómo inicia? Con el asesinato de un antiguo héroe. Éste pertenecía a un supergrupo que acabaron ilegalizados. Algunos de sus antiguos compañeros (por separado) investigan su muerte. Al poco una de las antiguas heroinas culpa a otro compañero de haberle causado cáncer con sus poderes y que está a punto de morir. ¿Coincidencia?

¿Qué tiene Watchmen? Personajes: excepto uno (ése que podría ser causa de cáncer) ninguno tiene poderes reales. Eso hace que sean mucho más humanos. Están gordos, enfermos, inseguros, impotentes, posiciones políticas extremas, tienen cicatrices enormes, incluso se temen entre sí, envejecen... Además mientras el comic avanza los personajes van recordando o hablando de su pasado, así podemos conocer su historia personal, que les da mayor volumen.

Secundarios: pero además de las 3 historias principales de esos héroes protagonistas hay un puñado de historias secundarias que van salpicando la novela. Un kioskero que comenta la situación política mundial (tiene lugar durante la Guerra Fría, más concretamente, durante la invasión rusa a Afganistán); mientras el niño que le compra los comics no le escucha, sino que lee su comic, comic del que también se nos cuenta la historia (metacomic) de piratas con narrador en primera persona; un psiaquiatra que trata a uno de los héroes; la oficina de un periódico de ultraderecha (periódico que lee el kioskero), etcétera. Los narradores se multiplican y crean juegos metaliterarios.
La cadencia entre las historias principales y las secundarias se va acelerando: en los primeros episodios un par de páginas se centran en una historia "a"
y después cambian "b"; los últimos son: una viñeta historia "a", la siguiente viñeta historia "b", la siguiente vuelve "a", etc, como si fuesen párrafos de la novela de Vargas Llosa Conversación en la Catedral.

Estilo: lo más destacable es su simbolismo. Hay ciertos símbolos que se repitan por toda la obra: el reloj, el buho, algo que se rompe, una carita sonriente, esas imágenes de psiquiatra donde tienes que adivinar qué ves, pintadas en la pared, etcétera. No comento su significado que si no destripo.

Novela como contenedor de textos: Pero lo que más valor tiene en mi opinión es que esta novela contiene a su vez trozos de otros textos de ese mundo. No sólo ese comic de piratas que ya hemos nombrado. Al final de cada episodio hay unas páginas en las que leemos de primera mano (como textos adjuntos) un trozo de la autobiografía de uno de esos héroes, una carta personal de otro, un análisis sobre la influencia de los héroes en la política, el dossier policial de otro (con fotos de cuando era pequeño), incluso un trozo de revista donde se habla del autor de ese (meta)cómic de piratas: osea un metatexto hablando de un metacomic. Debería haber habido un "Watchmen de Avellaneda". Además hay cantidad de citas literarias a la Biblia, Nietzsche, canciones, etcétera, etcétera.
Es decir, esta novela sigue esa idea del Romanticismo alemán de "la novela como contenedor" donde todo entraba. Por eso digo que Moore es Goethe.

Para mí lo mejor es el número IV, donde Dr Manhattan recuerda toda su historia. La alternancia de flashbacks, la repitición de ciertas biñetas, la constante presencia del reloj, su evolución desde un crío hasta sentir que no tiene nada que ver con la humanidad... Sublime.
Lo peor: la edición española que existe actualmente. Quien lea eso y no pierda las muñecas en el intento que se dedique al tenis. Es insostenible para leer. Pero claro es de lujo. Tanto que no es legible: se coloca en la vitrina y punto.

2 comentarios:

Sirius B dijo...

Desde luego, junto con V de Vendetta, uno de los mejores cómics que he leído jamás.

José Calvo Tello dijo...

A mí la verdad es que me gustó mucho más Watcmen que V de Vendetta. Creo que en V hay ciertos aspectos (como cuando le quitan la máscara a V) que no están del todo bien cerrados. Pero sobre todo, literariamente Watchmen me parece superior por la profundida de los personajes, los símbolos que usa y el enorme caracter metaliterario (metacómics, textos secundarios, el diario de Rorschach...). No sé si te convenzo ;)

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