Mi futuro de Internet: el pasado de la imprenta., 2ª parte

Continuamos el post anterior.

Por lo tanto ¿qué pasará con Internet? Bueno, MadridRock no va a volver a abrir por mucha ley y cánon que haya, eso seguro. Pero creo que dentro de una década Ares o Emule no exisitirán. Nos acordaremos de estos años como "los felices años del P2P" taringa y peliculasyonkis en el que ver series de televisión, música, películas, comics, libros no costaba nada de dinero, se tardaba un minuto en encontrar y veinte en descargar. Tampoco creo que las empresas que están en internet vivan para siempre de la publicidad. Seguimos necesitando profesionales de la cultura que creen contenidos de calidad que no cualqueir blogger puede crear. Creo que también nos acordaremos de los felices tiempos en los que podíamos leer la versión completa de ELPAÍS, die Frankfurter Allgemeine y The Financial Times. Repito: la versión completa.

El futuro no está ni en el viejo sistema ni en la actual gratuitidad constante. Y el canón digital y la SGAE son sólo los antiguos escribanos quejándose de esa infernal imprenta que está haciendo que los monasterios ya no sean tan ricos. Aceptadlo: la Edad Media acabó.

Usaremos programas gratuitamente, entre otras cosas por que la comunidad de informáticos siempre están dispuestos a desarrollar programas para compartirlos. Las herramientas sociales, los buscadores, las páginas personales seguirán siendo gratuitos, está claro.

Pero la cultura no lo será y su pirateo será perseguido. Es decir: el estado también imprimirá su sello sobre internet. Será regularizado. Creo que en un principio intentarán regresar al anterior sistema: penalizar las descargas por internet y que la gente vuelva a los cines, a ver series en la tele, a comprar la música a tiendas, a comprar periódicos en papel, etcétera. Fracasará. Pero después algunas empresas decidirán dar sus contenidos por internet a precios muy muy bajos (debido a un nulo gasto en copias, logística y venta y un bajísimo coste de publicidad, producción y mantenimiento). Ver una película ¿30 céntimos? Tener una canción ¿10 céntimos? ¿Estamos dispuestos a pagar eso? Esto creo que es el futuro de Internet: muchos programas y contenidos personales gratuitos y cultura creada por profesionales a precios muy, muy bajo.
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