martes, 14 de diciembre de 2010

Wikileaks-Assange: Génesis y Apocalipsis

David Simon, creador de la serie de culto The Wire dijo que los bloggers son en realidad unos escribeposts y unos copiaypegatextos sin poder real sobre la sociedad a diferencia de los periodistas, que sí lo tienen. Bueno, que le pregunten a Dragó si a veces los bloggers tienen o no poder real. Vale, eso es poca cosa. Pero Assange no es un blogger, ni tampoco un periodistas y le temen desde los más grandes dictadores hasta los democráticos profetas más divinos, pasando por las pelusillas políticas que gobiernan entre Portugal y Francia.


La bomba mediática de hace unas semanas fue gracias a un invento que, como ya he dicho varias veces en el blog, tendrá en la Historia mayor repercusión que la imprenta: Internet. Si se habla de la época incunable de la imprenta (desde sus orígenes a mediados del siglo XV hasta 1500) podríamos decir que actualmente estamos en la época incunable de Internet. Y a este Internet le pasa como a los incunables de verdad: que copian el estilo y el formato de los libros manuscritos anteriores, sin haberse desarrollado de forma independiente. Seguimos recreando los formatos anteriores sin llegar a aprovechar (ni imaginarnos) todas las posibilidades de la Red.

Junto a esa evolución técnica y cultural que fue la imprenta, ocurrieron grandes cambios políticos: La formación de las naciones modernas, el fin del sistema feudal, la Reforma protestante, la formación de las primeras repúblicas, la enseñanza del español en América... Todo esto no pudo ocurrir sin la imprenta. Internet revolucionará la política después de la cultura. Y ocurrirá por dos razones: porque lo que vendrá puede ser mejor; pero más importante aún: porque lo que tenemos ahora no entusiasma a nadie. ¿Quién defiende hoy en día nuestro sistema político? ¿Nuestros partidos? ¿Nuestras monarquías? ¿Quién argumenta en una discusión de bar que nuestros sistema capitalista es el mejor? ¿Quién confía en que las fuerzas armadas usan la fuerza con razón y tino?

Estemos atentos a movimientos que hoy en día capitalizan Wikileaks, Anonymous o el Partido Pirata (sean estos mismos o alguna versión futura). En unas décadas este tipo de movimientos pueden acabar con nuestro actual estado de feudalismo. Y si los señores feudales actuales decide suicidar a Assange y crucificarlo, lo elevarán de héroe a mártir. Lo convertirán en una nueva edición del Che, en una leyenda: en un Jesucristo.

1 comentario:

tú qué crees? dijo...

Me gusta mucho mucho mucho esta publicación.

Ojalá sea cierta y provoque un cambio en las relaciones de producción, motor primero del mundo

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